Por petición de Fece, reneuvo. xD Os dejo otro relato corto, éste está inspirado en una canción de maná, "En el muelle de San Blas". Muy triste, pro cierto, como la historia xD.
LA PROMESA
Las promesas deben cumplirse.
Sonrió forzadamente y rodeó las manos de ella con las suyas, en un suave apretón. Un intento de transmitir confianza.
-Volveré-susurró.-Lo prometo.
Observó como el barco se alejaba y con él su corazón. Se aferró a la promesa, anteriormente pronunciada, como un naufrago a una madera a la deriva.
Le esperaría. Día y noche otearía el horizonte, esperando su llegada. Sus ojos se llenaron de lágrimas e intentó no pensar en que tal vez tendría que esperar mucho tiempo y desterró por completo de su mente la idea de que tal vez él no volvería nunca.
Días, semanas, meses, años, pasaron como hojas trasportadas sin remedio por el viento. El brillante resplandor del sol y el tenue brillo de la luna iluminaron durante innumerables días y noches sus cabellos, antes de un castaño oscuro, ahora blancos como la nieve.
Pero ella no se apartaba de su meta. Había pasado muchísimo tiempo desde que aquella voz tan preciada pronunciara aquella promesa que la había mantenido hasta entonces.
Poco a poco fue perdiendo energías. Su cuerpo se arrugó y marchitó en la soledad.
Llegó un momento en que ya no tenía fuerzas para nada. Sentía que se moría, por fuera. Ya que por dentro ya lo estaba, desde que aquella idea que creía olvidada, la certeza de que él nunca volvería, la devolvió a la realidad.
Convencida de que ese era el final, decidió ir a su encuentro. Reuniendo todas las fuerzas que le quedaban, y que creía inexistentes, se acercó al borde del acantilado y sin cerrar sus ojos, ya ciegos, saltó.
Se sintió caer y no se arrepintió de sus actos en ningún instante, la máxima felicidad a la que podía aspirar en aquellos momentos, era esa.
Las rocas la golpearon como a una muñeca de trapo pero ella no sintió dolor, solo una dulce resignación, mientras las corrientes marinas la arrastraban irremediablemente a las profundidades. Sus ojos, del color del cielo las noches de tempestad se cerraron por última vez y sus labios esbozaron una sonrisa al exhalar su último aliento. Se sumió en la inconciencia, con el único pensamiento de que se encontraría con él, por fin, y para siempre. Y luego… nada.
Eso es todo, espero que os haya gustado. :D
domingo, 30 de septiembre de 2007
sábado, 22 de septiembre de 2007
El pianista (relato corto)
Como os dije, iré poniendo relatos, aquí va uno:

EL PIANISTA
Cada día, cuando el sol se escondía soñoliento y las estrellas iluminaban, tenuemente la ciudad, yo salía a la calle.
Vagaba sin rumbo fijo, entre callejuelas estrechas y grandes avenidas.
No sabía lo que buscaba, simplemente tenía la sensación de que me faltaba algo, pero no sabía el que y aquellas salidas aliviaban tenuemente el vacío que sentía.
Un día como cualquier otro, en lo que creía que era uno de mis habituales paseos, algo me hechizó.
Un tenue pero dulce sonido. Embriagador y acariciante. En ese mismo momento deseé acercarme a su origen y escucharlo con más atención, disfrutarlo. A medida que mis oídos me fueron conduciendo hacia la melodía, sentí que me llenaba por dentro, calmando más que nada en el mundo la sensación de pérdida.
El sonido provenía de un local y sin pensarlo entré dentro.
La gente estaba sentada en las mesas que había repartidas por toda la estancia, pero lo más importante era lo que había en el centro, aquello en que la gente centraba su atención. Un hombre, junto a su piano.
Sus dedos se movían con agilidad, casi como el vuelo de una polilla, acariciando las teclas como si fueran lo más importante en el mundo. Aquella melodía estaba compuesta y tocada con toda la adoración y el aprecio de un músico. Su cuerpo estaba ligeramente inclinado en dirección al teclado y sus cabellos castaños, ya desarreglados, le caían por la frente. Era tal su concentración y hechizante su música, que nadie osaba hacer el más mínimo movimiento.
Sentí como aquella música me transportaba a realidades soñadas, hasta que, súbitamente, cesó por completo. Decidí que ya era momento de irme.
Durante semanas, acudí cada día a aquel local, sin falta, para escuchar tocar aquel pianista.
Me había enamorado de su músico y su sonrisa de satisfacción, al recibir los aplausos de todo el mundo.
Yo no apartaba la mirada de él, pero creo que él nunca se fijó en mí, supongo que era una persona más que aplaudía su música, y jamás supo que yo sentía algo más.
Al cabo de un tiempo, se fue, desapareció para siempre y nunca más supe de él. Solo me quedó el recuerdo de aquellos dedos, ágiles y pálidos, tocando una melodía que recordaría siempre.
Este relato está dedicado a mi mejor amiga Sara, que toca el piano de maravilla y siempre ha estado a mi lado.
Espero haber expresado, como dijsite, el sentido que tiene la música para tí. ^^
Os dejo un vídeo de una canción de piano, para dar un poco de ambiente xDD:

EL PIANISTA
Cada día, cuando el sol se escondía soñoliento y las estrellas iluminaban, tenuemente la ciudad, yo salía a la calle.
Vagaba sin rumbo fijo, entre callejuelas estrechas y grandes avenidas.
No sabía lo que buscaba, simplemente tenía la sensación de que me faltaba algo, pero no sabía el que y aquellas salidas aliviaban tenuemente el vacío que sentía.
Un día como cualquier otro, en lo que creía que era uno de mis habituales paseos, algo me hechizó.
Un tenue pero dulce sonido. Embriagador y acariciante. En ese mismo momento deseé acercarme a su origen y escucharlo con más atención, disfrutarlo. A medida que mis oídos me fueron conduciendo hacia la melodía, sentí que me llenaba por dentro, calmando más que nada en el mundo la sensación de pérdida.
El sonido provenía de un local y sin pensarlo entré dentro.
La gente estaba sentada en las mesas que había repartidas por toda la estancia, pero lo más importante era lo que había en el centro, aquello en que la gente centraba su atención. Un hombre, junto a su piano.
Sus dedos se movían con agilidad, casi como el vuelo de una polilla, acariciando las teclas como si fueran lo más importante en el mundo. Aquella melodía estaba compuesta y tocada con toda la adoración y el aprecio de un músico. Su cuerpo estaba ligeramente inclinado en dirección al teclado y sus cabellos castaños, ya desarreglados, le caían por la frente. Era tal su concentración y hechizante su música, que nadie osaba hacer el más mínimo movimiento.
Sentí como aquella música me transportaba a realidades soñadas, hasta que, súbitamente, cesó por completo. Decidí que ya era momento de irme.
Durante semanas, acudí cada día a aquel local, sin falta, para escuchar tocar aquel pianista.
Me había enamorado de su músico y su sonrisa de satisfacción, al recibir los aplausos de todo el mundo.
Yo no apartaba la mirada de él, pero creo que él nunca se fijó en mí, supongo que era una persona más que aplaudía su música, y jamás supo que yo sentía algo más.
Al cabo de un tiempo, se fue, desapareció para siempre y nunca más supe de él. Solo me quedó el recuerdo de aquellos dedos, ágiles y pálidos, tocando una melodía que recordaría siempre.
Este relato está dedicado a mi mejor amiga Sara, que toca el piano de maravilla y siempre ha estado a mi lado.
Espero haber expresado, como dijsite, el sentido que tiene la música para tí. ^^
Os dejo un vídeo de una canción de piano, para dar un poco de ambiente xDD:
viernes, 21 de septiembre de 2007
Bienvenidos :)
Hola a todos,
Primero de todo, no tengo mucha idea de como va esto, pero espero poco a poco ir enterándome y que disfrutéis todos de este blog. ^^
Soy una persona a la que le gusta mucho escribir, así que de vez en cuando pondré algún relato para que leáis (y comentéis ¬¬ xD)
Intentaré escribir con frecuencia y no dejar esto olvidado.
Saludos y disfrutad al máximo =)
Martina
Primero de todo, no tengo mucha idea de como va esto, pero espero poco a poco ir enterándome y que disfrutéis todos de este blog. ^^
Soy una persona a la que le gusta mucho escribir, así que de vez en cuando pondré algún relato para que leáis (y comentéis ¬¬ xD)
Intentaré escribir con frecuencia y no dejar esto olvidado.
Saludos y disfrutad al máximo =)
Martina
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